La Escorada es un viaje íntimo y feroz por la memoria de una escritora que decide dejar Santiago para instalarse en un rincón costero del Maule. Allí, en la apacible rutina de pueblo, recibe de improviso un premio literario de gran prestigio.

Lo que parece un triunfo personal se abre como un espejo roto de exilios, pérdidas y naufragios: el destierro tras el golpe del 73, la muerte de su hija en plena pandemia en Italia, y la herida del Costa Concordia, aquel crucero europeo encallado en 2012, que en esta obra dialoga con otra tragedia más cercana: la de los siete tripulantes de la lancha Bruma en Constitución. Dos naufragios —uno en la Europa contemporánea, otro en un Chile subdesarrollado— revelan cómo las injusticias y la fragilidad de la vida golpean con la misma violencia a orillas distintas del mismo mar. Ambas catástrofes se vuelven metáfora de una humanidad que, si no está hundida, vive al menos escorada, a la deriva.

En escena, una sola actriz —Orelia Chamorro, actriz de larga trayectoria en la escena regional, formada en la Universidad de Chile y hoy la intérprete más destacada de Constitución— recorre ocho espacios mínimos: desde la conversación telefónica con una amiga hasta la consulta psiquiátrica, desde el discurso municipal hasta la soledad frente al espejo. Allí, el humor ácido convive con la confesión descarnada. La protagonista oscila entre ironía y ternura, entre memoria política e intimidad doméstica, desmontando sus propios mitos, los del mundillo literario nacional y local, y los de los dos países que le tocó habitar.

La voz y la imagen del nieto que vive en Italia —interpretado por el destacado actor teatral y premiado dramaturgo italiano Fabio Banfo— irrumpen en grabaciones, fotografías y sonidos en off. Es una presencia que sostiene la esperanza de continuidad, pero también un fantasma que revela la fragilidad de los vínculos a la distancia. Esa dualidad lo convierte en un personaje central en ausencia: ancla y naufragio, eco y promesa que se desvanece.

El texto articula una gran metáfora: todos somos barcos escorados, inclinados por el peso de la historia, tratando de no hundirnos en mares de silencio. La puesta en escena, con un final abierto, invita al público a un encuentro con lo inevitable: la fragilidad, la derrota, la desesperanza que, paradójicamente, nos obliga a tomar coraje para seguir a flote… o para cortar amarras definitivamente.

La Escorada está dirigida y escrita por Julio Pincheira Parra, creador con oficio probado en circuitos iberoamericanos. En Buenos Aires, fue invitado al CELCIT con Sonámbula (Temporada Internacional 2013), y su dirección de El loco de Cervantes de Marco Antonio de la Parra, con el mismo en escena, obtuvo nominación a Mejor Espectáculo Extranjero en Buenos Aires (2013)—hito que marcó su sello de puesta en escena.

En Perú, su texto La materia de los sueños ha tenido exitosas temporadas en los más destacados teatros de Lima, consolidando recepción de crítica y de público. En Milán, presentó el montaje performático Camiseta roja en Espacio Segreto (2016). Con esa trayectoria, el montaje de la Escorada —aun en desarrollo— ofrece garantías de nivel internacional, rigor conceptual y una experiencia escénica tan minimalista como potente.