En la Bruma, los invitados son luces que nos guían

Palabras que nos abrazan, memorias que se hacen libro

Cuando una comunidad valora sus libros, también está valorando su historia. Eso es justamente lo que queremos hacer en esta Tercera Feria Maucha del Libro. Entre el 22 y el 25 de mayo, en el Teatro Municipal de Constitución, nos reunimos no solo para celebrar la lectura, sino para abrazarnos como pueblo, recordando a los siete pescadores desaparecidos en la tragedia de la lancha Bruma. Por eso, este año la feria lleva el lema “Desde la Bruma”, uniendo literatura, memoria y territorio.

Y para que este encuentro sea aún más especial, contaremos con invitados e invitadas que llegan desde distintos rincones del país, trayendo consigo sus palabras, sus historias y su arte. Ellos no vienen solo a hablar: vienen a escuchar, a compartir, a quedarse un rato con nosotros en esta tierra herida, pero digna.

Elicura Chihuailaf:

La poesía que viene del alma mapuche

Elicura no necesita mucha presentación. Es uno de los grandes poetas de Chile y el primer mapuche en recibir el Premio Nacional de Literatura. Su palabra es canto, ceremonia, raíz y cielo. Viene desde Quechurewe a traernos un mensaje de sabiduría ancestral, de respeto por la naturaleza, de amor por la tierra. Su visita a Constitución es como recibir a un abuelo sabio que nos recuerda de dónde venimos y hacia dónde podemos ir.

Flavia Radrigán:

Teatro y palabras para no olvidar

Flavia es dramaturga, escritora, hija del gran Juan Radrigán, pero por sobre todo, es una mujer valiente que ha puesto en escena las heridas de Chile. Viene a hablarnos de lo que cuesta decir, de las ausencias, de las injusticias, pero también de cómo el arte puede ayudarnos a sanar. Compartirá su experiencia y su obra con nosotros, como quien abre el corazón.

Carlos Reyes:

El cómic también cuenta historias

Carlos es uno de los grandes nombres de la novela gráfica en Chile. Con su libro Los años de Allende, mostró que las historietas también pueden hablar de política, de memoria, de país. En la feria, Carlos nos enseñará cómo el dibujo y la palabra se unen para contar nuestra historia, con una clase abierta para grandes y chicos.

Diego Muñoz Valenzuela:

Un hijo vuelve a su tierra

Diego nació en Constitución y desde aquí salió al mundo. Hoy es uno de los escritores más importantes de ciencia ficción en Chile y en América Latina. En esta feria, su ciudad natal le rinde el homenaje que se merece. Viene a reencontrarse con su gente, con sus calles, con el río que lo vio crecer. Sus palabras mezclan memoria y futuro, cariño y crítica.

Patricia Cerda:

La historia hecha novela

Patricia es historiadora y escritora. Su novela Rugendas nos cuenta el viaje por Chile de un pintor alemán que retrató nuestro paisaje hace casi dos siglos. Ella logra, con gran sensibilidad, mezclar la historia con la emoción, la verdad con la belleza. Su libro ha sido tan importante que inspiró la película Ausencia, que se filmó en Constitución. Aunque estará con nosotros de manera virtual, su voz nos llegará con fuerza en una grata entrevista con Álvaro Mera, comentarista de libros de el Mostrador, en el evento Maule Multiverso del Viernes 23..

Luis Cifuentes:

Un cine que nace desde el Maule

Luis es el productor de Ausencia, una película que se grabó en las costas y calles de Constitución. Él viene a mostrarnos esa película, pero también a conversar con nosotros sobre lo que significa hacer cine desde regiones. Su trabajo es una forma de decir que desde aquí también se pueden contar grandes historias, con profundidad, con belleza, con orgullo. Otra presencia notable en Maule Multiverso del viernes 23

Melina Rapimán:

Viñetas con rostro de mujer

Melina es dibujante, guionista, profe, y mujer de pueblo originario. Ha hecho historietas que hablan de moda, de feminismo, de ser mujer en Chile. En la Feria Maucha nos trae sus dibujos, sus ideas y su valentía. Con ella veremos cómo las viñetas también pueden decir verdades profundas y mostrar el mundo con otros ojos.

¿Por qué importa todo esto?

Porque esta Feria no es solo una actividad cultural. Es un abrazo colectivo. Un espacio para reunirnos, para sanar, para decirnos en voz alta que sí importa la memoria, que sí importa lo que nos pasa, que sí podemos hacer comunidad desde los libros, la música, el arte y la palabra. Porque cada uno de estos invitados viene a recordarnos eso mismo: que no estamos solos en la bruma.