Patrimonio cultural inmaterial es un concepto que emerge desde la UNESCO, en la convención de 2003, como una necesidad de frenar la amenaza y destrucción de las culturas tradicionales propias de los territorios, así como sus manifestaciones rituales, símbolos y estilos de vida.
Por Ignacio Salinas
Profesor de música e investigador folklórico
La Unesco es clara. Así define el Patrimonio inmaterial:
“Los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana”. (Artículo 2, Convención 2003)
La señora Armandina Rodríguez, de la localidad de Putú. mantiene viva la tradición cestera de la costa del Maule. Sus trabajos los pueden apreciar aquí.
En otras palabras, son manifestaciones intangibles y materiales cuyas expresiones se asocian a una identidad colectiva, siendo legados históricos que se han entregado desde generaciones anteriores.
Para evitar su pérdida por la amenaza latente de la homogeneidad cultural y pérdidas de identidades colectivas producto de la globalización, la institución ocupa el concepto de salvaguardia, refiriéndose con ello a la protección asociada a los bienes culturales, entendida esta como:
“las medidas encaminadas a garantizar la viabilidad del patrimonio cultural inmaterial, comprendidas la identificación, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización, transmisión -básicamente a través de la enseñanza formal y no formal- y revitalización de este patrimonio en sus distintos aspectos” (Artículo 2, Convención 2003)
Si bien los Estados suscritos a la Convención de 2003 son llamados a generar condiciones y mecanismos para la viabilidad y sostenibilidad de los patrimonios inmateriales que se desarrollan en sus territorios, son las personas que portan y transmiten estos acervos (llamados cultores), quienes son los protagonistas centrales para la salvaguardia de estos saberes y conocimientos, y además son herederas ellos tienen la potestad de decidir sobre el futuro de estos patrimonios en sus comunidades
La celebración de la "Cruz de mayo", en la localidad de Pelluhue, El 2007 el equipo de fotografía patrimonial del Museo Histórico Nacional realizó un registro y rescate de esta práctica religiosa colectiva, al cual pertenece la fotografía. Puedes visitar la galería digital AQUÍ.
Tanto en espacios urbanos como rurales (incluso nacionales), existen diferentes manifestaciones, materialidades, saberes y cosmovisiones que forman parte de la identidad territorial que son propias de las comunidades, se han mantenido en el tiempo, son intergeneracionales, forma parte de la historicidad hasta el día de hoy y se siguen cultivando.
Un ejemplo en Constitución son las prácticas, herramientas y conocimientos que han desarrollado los pescadores artesanales de mar y río a través de lo años, y las festividades recreativas o religiosas que son inherentes a ellas, como la Fiesta de San Pedro, la tarde de boteros y la noche veneciana, entre otras, o la desaparecida carpintería de ribera en el Río Maule.
La Cruz de Mayo, fiesta tradicional en el sector de Empedrado (Constitución), registrada el 2017 por don Hugo Sáez.
¿Logras reconocer otras? ¿Hay alguna que forme parte de tu círculo familiar? ¿Qué puedes hacer para aportar a su visibilización y reconocimiento de ellas? Háznoslo saber para concertar una entrevista que difundiremos en nuestro canal de Youtube y redes sociales.
Muy bonito escrito que da la bienvenida a querer saber más sobre el patrimonio cultural y los respectivos mecanismos que existen para su cuidado y conservación.
Muy oportuno, profe Ignacio. ¡Muchas gracias por compartir!